Aunque para muchos pueda resultar un término novedoso, lo cierto es que por la época de los 80 ya se utilizaba este concepto de intraemprendimiento para referirse a “aquellas personas que son capaces de desarrollar un comportamiento emprendedor, bajo el respaldo de la empresa, a través del descubrimiento, evaluación y explotación de nuevas oportunidades de negocio”.
Como vemos, no es un concepto nuevo, pero sin embargo, no ha sido hasta ahora, cuando en las empresas han comenzado a desarrollarlo, obligados en gran medida, por la era digital e innovadora en la que nos encontramos inmersos, y que fuerza a las empresas que quieran marcar diferencias respecto a sus competidores (cada vez más prolíficos e imprevisibles), la necesidad de explotar sus propios recursos humanos.
Así las cosas, la más reciente definición dada al concepto de intraemprendimiento la encontramos en el año 2016, donde se definía como “la colaboración entre un emprendedor y su empresa, que le permite desarrollar proyectos propios, independientemente de su puesto de trabajo, de cuyo resultado a veces surge un proyecto comercial”.
Pinchot (1985): “Método para usar el espíritu emprendedor en las grandes organizaciones, donde se encuentran muchas de las mejores personas y recursos.”
Cómo es un intraemprendedor y qué le diferencia de un emprendedor
Para ser considerado un intraemprendedor no hay un catálogo de requisitos o atributos que debamos cumplir. No obstante, si un rasgo caracteriza o distingue a un intraemprendedor podemos decir que es el hecho de que se aburre con tareas monótonas. Por lo tanto, a partir de esta característica, podemos decir que un intraemprendedor debe ser una persona con cualidades creativas, ambiciosa, entusiasta, inspirador y tenaz
¡Ya se que me diréis!
¿Qué diferencia hay con el emprendedor?
Es cierto que la figura del emprendedor comparte muchos de estos valores antes mencionados. De hecho, ambos se parecen en cuanto que son personas que buscan permanentemente el cambio y no lo perciben como algo negativo. No tienen miedo a decir lo que piensan y a saltarse la burocracia imperante. Pero en el caso del intraemprendedor, siempre lo hará manteniendo el orden y el compromiso con su organización.
Y es aquí donde radica la diferencia crucial entre emprendedor e intraemprendedor.
El intraemprendedor tiene el respaldo de una organización. Dispone de recursos económicos y humanos para desarrollar proyectos innovadores.
El emprendedor por su parte, en la gran mayoría de las ocasiones no dispone de recursos suficientes, utilizando casi siempre los suyos propios, para llevar a cabo su idea de negocio empezando, lógicamente, por algo más pequeño.
A estas alturas ya, podemos definir el Intraemprendimiento, como el acto de llevar adelante una actividad emprendedora al interior de una organización existente, con el fin de fomentar el empleo y la competitividad.
¿Existe algún beneficio para la empresa que fomenta el intraemprendimiento?
Son muchos los beneficios que el intraemprendimiento y a modo de ejemplo podemos citar algunos de los más importantes:
1.- Para empezar, despierta el espíritu emprendedor dentro de la empresa. Cuando existe un intraemprededor en la plantilla, el resto de sus compañeros de trabajo van a sentirse atraídos por esta práctica y van a querer formar parte de este modelo innovador, aumentando así, su compromiso con la empresa.
2.- Mayor eficiencia. La empresas gastan grandes cantidades de recursos en el desarrollo de tareas que luego no resultan productivas. Gracias a este nuevo modelo de intraemprendimiento, muchas de estas actividades pasarán a mejor vida y serán modernizadas, ofreciendo la máxima eficiencia posible.
3.- Amplía horizontes. El intraemprendimiento permite a las empresas utilizar sus propios recursos para llevar a cabo negocios diferentes a los ya existentes, explorando nuevos campos de acción.
4.- Adiós a lo obsoleto. Las empresas tienen la oportunidad de romper con las estructuras tradicionales e innovar, haciéndose mucho más competitivas.
¿Están las empresas por la labor de fomentar el intraemprendimiento?
Evidentemente el intraemprendimiento no va a suceder si la dirección de la empresa no quiere que suceda. Es necesario, por tanto, fomentar la creatividad de arriba a abajo ya que es difícil que cualquier empleado por sí solo, dedique su tiempo a estos proyectos. Y para ello habrá que crear las condiciones oportunas y otorgar los incentivos necesarios.
Es un hecho innegable que se han producido profundos cambios en las organizaciones de las empresas, pero no es menos cierto, que se siguen gestionando como hace 40 años. Además de que sigue existiendo el mal endémico de la una enorme burocracia que ralentiza la toma de decisiones en cuestiones críticas, que requieren una respuesta más ágil.
A la hora de la verdad, la mayoría de las empresas no van mucho más allá de implantar un software de ideas para que la organización aporte nuevos planteamientos sobre un tema concreto. Son iniciativas que tienen un impacto muy bajo. Por lo que, en la práctica, la mayoría de las ideas que los empleados aportan no se implantan, generando a su vez, un sentimiento de frustración que les desmotiva a seguir participando.
Por desgracia, aún son muchas las empresas que ven el intraemprendimiento como una amenaza y prefieren seguir teniendo empleados tipo "autómatas" que sólo deben acatar órdenes, sin pensar.
Así las cosas, el primer paso, deben darlo las propias empresas en el sentido de cambiar de mentalidad y adaptarse a los nuevos tiempos que se están gestando justo ahora, en estos precisos momentos, si no quieren en un corto periodo de tiempo convertirse en viejas relíqueas condenadas a una muerte segura, ya que la supervivencia no se logra por la inteligencia ni por la fuerza, sino por nuestra adaptación a los cambios.
Por ello, las empresas deben empezar a adoptar este sistema de intraemprendimiento dentro de sus organizaciones y deben hacerlo fomentando y ayudando a que sus trabajadores tengan iniciativa propia
¿Cómo?
1.- Pues creando, por ejemplo, un programa de intraemprendimiento, estructurado y con una metodología interna, donde los empleados se sientan apoyados para el desarrollo de nuevos proyectos.
2.- Dando tiempo para el desarrollo de ideas, ya que en numerosas ocasiones lo que falta para el desarrollo de proyectos, no son recursos, sino tiempo, por ello es fundamental que los empleados dispongan de un espacio durante su jornada de trabajo, que puedan dedicarlo a la innovación.
3.- Reconocimiento. Aspecto vital, ya que si una empresa quiere despertar el espíritu emprendedor de sus empleados, es necesario que estos sientan que su esfuerzo merece la pena. Es decir que se les reconozca su labor.
Sin embargo, el intraemprendimiento no es sencillo. No basta con que un solo departamento, el de Innovación, asuma esta responsabilidad. Hay que poner todo el talento que tiene la organización a trabajar en ello.
Este cambio necesario de mentalidad es nuevo para la mayoría de las empresas, y supone un cambio cultural enorme.
Implantar una estrategia eficaz no es tarea fácil, ya que, a los obstáculos inherentes a todo proyecto innovador, hay que sumarle resistencias que tienen origen en la propia organización. Qeda trabajo y barreras por delante que derribar, pero el intraemprendimiento es una cuestión que todas las empresas tarde o temprano estarán obligadas a abordar.
Foto: Pixabay
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