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jueves, 1 de diciembre de 2016

#Cambia para Cambiar el Mundo


"El Mundo está en las manos de aquellos que tienen el coraje de SOÑAR y correr el riesgo de VIVIR sus SUEÑOS"    (Paulo Coelho)



¿Podemos cambiar el mundo? Ese fue el primer pensamiento que me asaltó a la mente cuando leí el título del libro de Héctor Trinidad, "Cambia.....para Cambiar el Mundo".

De entrada puede sonar algo pretencioso el hecho de creernos que podemos cambiar el mundo, pero si lo pensamos detenidamente, no lo es. A fin de cuentas el propio Talmud nos dice que quién salva una vida, salva al mundo entero, así que, ¿por qué no podemos cambiar a una persona y con ello, cambiar el mundo?

Pero el autor, no quiere que cambiemos a nadie. Pretende algo más ambicioso y maravilloso, al tiempo que difícil y trabajoso, que cambiemos nosotros mismos. Nos propone que  seamos nosotros el cambio que queremos ver en el mundo.

Para ello nos hace una invitación. Nos invita a que hagamos algo que es innato al ser humano pero que con el transcurso de los años hemos ido olvidando. Nos invita a que SOÑEMOS

Es así de sencillo, si queremos cambiar, debemos Soñar. Y ya puestos a Soñar, debemos hacerlo a lo grande, porque cuando soñamos, nos volvemos invencibles. 

Y además de volvernos invencibles, debemos Soñar simplemente, porque tenemos derecho a ello… Soñar con una realidad más justa, sin desigualdades, sin pobreza… porque el mundo que ahora mismo tenemos, no nos gusta. 

Y por ello, Héctor Trinidad nos invita a SOÑAR y, sobre todo, a VIVIR NUESTRO SUEÑO. Nos recuerda que si queremos, podemos transformar las cosas, creyendo que es necesario que todas y todos aportemos un poco a ese cambio. Soñar no cuesta nada, sólo un poco de creatividad e ilusión. 

Pero si soñamos con cambiar el mundo, se supone que tenemos una idea de cómo éste debería ser, Y es aquí donde precisamente surgen los problemas, porque cada Ser Humano podemos tener nuestra propia idea de ese cambio y esto, puede generar enfrentamientos. Cada religión, cada opción política, cada país....... tienen su propia idea de cómo debería ser el Mundo. 

Entonces, para evitar ese enfrentamiento, ¿que hacemos?. Muy sencillo, limitémonos a cambiarnos a nosotros mismos.

Si cada uno de los más de 7.000 millones de Seres Humanos que habitamos este Planeta asumimos el compromiso de cambiarnos primero a nosotros mismos, y luego, todos los Seres Humanos cambiamos, el mundo cambia automáticamente.

Si no somos capaces de cambiarnos (conocernos y evolucionar) a nosotros mismos ¿cómo vamos a cambiar el mundo? 

Por tanto, la única forma de cambiar el mundo es que cambiemos de forma libre, voluntaria e individualmente, todos y cada uno de nosotros. Así que hagamos las cosas bien, cambiémonos siguiendo las pautas que Héctor nos indica en su libro, realizando un trabajo diario sobre nosotros mismos, y sólo de esa forma, estaremos poniendo una piedra en la construcción de ese cambio mundial con el que SUEÑA el autor.

Si es un libro de autoayuda, de autoempleo o incluso de los denominados de la New Age, lo dejaré en manos de cada futuro lector. Cada cual que saque sus propias conclusiones al final del mismo. 

A lo mejor, una vez finalizada la lectura del libro, más de una persona considere que se trata de un compendio de todas ellas. Lo que es seguro es que no dejará indiferente a quién lo lea, ya que Héctor consigue con su libro, agitar nuestras almas dormidas, despertándolas de su letargo y haciéndolas renacer de sus propias cenizas.

Al igual que Homero en la Odisea, Héctor nos invita a realizar un viaje iniciático para conseguir que nuestros Sueños se hagan realidad. Viaje, del cual nos advierte, que no será una dulce travesía, sino todo lo contrario, será un viaje arduo y dificultoso pero del que  volveremos, al igual que Ulises transformados en un nuevo Ser en constante evolución.

El autor nos descubre a todos los lectores, potenciales Ulises, que lo que verdaderamente importa a la hora de emprender (metáfora de la propia vida) no es tanto el destino, el punto al que se quiera llegar, como  la experiencia del propio viaje mismo. 

Antes de emprender, debemos realizar una labor de introspección vital para la consecución de nuestras metas. De ahí que, como si del mismísimo Virgilio de Dante se tratase, Héctor nos guía en nuestro descenso hacia lo más profundo de nuestro ser, al interior de nosotros mismos, con el fin de conocernos, de saber quienes somos, como paso previo y necesario para iniciar con éxito nuestro viaje....... 

Durante ese descenso a nuestro propio Infierno, Virgilio/Héctor, nos enseña a reconocer a los demonios que lo habitan disfrazados de inseguridades, temores y debilidades. 

Una vez que nos ha enseñado nuestro propio infierno, nos guía hasta el "Purgatorio" y nos muestra la manera de impedir que nos dominen, aprendiendo a convivir con ellos. 

Una vez que conseguimos no tener miedo de nuestros propios demonios (inseguridades, temores y debilidades), Virgilio/Héctor, nos deja en las puertas del Paraiso listos para poder conseguir nuestros objetivos. Pero no nos deja solos, no. Nos recuerda que para conseguir nuestras metas necesitamos la compañía de la bella Beatriz (sabiduría, conocimiento, saber), de la cual debemos ir de la mano y nunca apartarla de nuestro lado. Sólo así podemos tener garantías de conseguir que nuestro sueño tenga éxito.

Pretender emprender algo, sea lo que sea, sin disponer de los suficientes conocimientos, está condenado al fracaso. 

Pero, ¡ojo!, fracaso no es que no consigamos a la primera nuestros sueños, nuestros objetivos. Como el autor muy bien nos indica y advierte, dificultades se nos van a plantear durante el viaje. Tal y como en la Odisea le ocurre a Ulises, se nos presentarán las Sirenas, Polifemo, la furia de Poseidón y múltiples escollos más, unos propiciados por nuestros propios defectos y debilidades y otros que simplemente se encuentran en el camino para ponernos a prueba y ayudarnos a aprender.

Cuando hayamos tomado la determinación de emprender nuestro viaje, escucharemos y veremos cosas innecesarias o dañinas que no nos aportarán más que desalientos y problemas a resolver. Familiares, amigos, la televisión, las noticias de Internet, cualquier cosa que nos haga escuchar (al igual que con las sirenas) pensamientos negativos, es evitable (Odiseo/Ulises emplea cera derretida) en nuestro caso evitando estas fuentes con determinación y una buena dosis de fe en nuestros mismos, de entrada es suficiente

En esencia, el libro que nos presenta Héctor Trinidad, nos muestra la dificultad que entraña "hacer" la Vida; cada ser humano tiene que forjar su propio camino y de esta manera conocer sus habilidades, sus defectos, su carácter. 

Por eso mismo, la pregunta que el libro nos plantea constantemente NO ES QUÉ SOMOS, SINO CÓMO SOMOS, pues cada uno de nosotros es el resultado de un proceso previo. 

El individuo se hace y se deshace día a día.  La vida es una larga odisea llena de pruebas duras en donde no siempre se aprende de la manera correcta, muchas veces caemos hasta tocar fondo al igual que Ulises o como el propio autor nos confiesa en su obra, donde  nos revela que fue precisamente cuando tocó fondo y marchaba a la deriva, sin rumbo, cuando comenzó a cambiar, cuando verdaderamente comenzó su viaje de retorno a Ítaca

E Ítaca no es otra cosa que el camino. Ítaca es la vida misma.

Y la VIDA es lo mejor que tenemos y muchas veces la dejamos pasar sin pena ni gloria, permitimos que la rutina y los días grises nos anulen y nos olvidamos de lo que verdaderamente tiene importancia. Ítaca (Vida) encarna el concepto de la sabiduría, de lo que aprendemos a lo largo de nuestro camino y nuestra existencia, de lo que vamos acumulando poco a poco en la mochila de nuestras vivencias y nuestros recuerdos, aquello que siempre llevamos con nosotros mismos, aquello en lo que definitiva SOMOS.

Pero para  para conseguir cualquier cambio en nuestras vidas es necesario, primero, creer y, en segundo lugar, querer ser algo más.

Y esa es la propuesta que nos hace Héctor/Virgilio/Homero en su libro. En primer lugar, nos invita a creer en nosotros mismos y para ello nada mejor que darnos las claves necesarias para conocernos desde lo más íntimo, sin miedo a lo que descubramos. A través de unos sencillos pero a la vez, sinceros ejercicios, vamos rasgando el velo que nos cubre y  se nos revela paso a paso, nuestra verdadera esencia .

Una vez conseguida ésta, el autor, nos empuja a querer ser algo más. ¿Cuál es nuestro propósito en la Vida? ¿Cuál es nuestra meta?  

La elección de ese “camino” acertado o erróneo, tal y como describe Lao Tse, encauza el propio devenir de las cosas. 

Al igual que Homero, Héctor también tiene a su propia Atenea como diosa principal del relato. Durante todas y cada una de las páginas del libro, nos está transmitiendo la importancia de la sabiduría, de la inteligencia, de la formación, del conocimiento necesario para escribir una experiencia vital, sea la de Odiseo/Ulises o la de uno mismo.

La confrontación del mundo de hoy en día, con su competitividad permanente a nivel personal hace que mucha gente opte por no querer afrontar la Vida, entendida ésta como una fabulosa red de posibilidades, no aceptando sus retos, dejándonos atrapar por la comodidad, la vida desentendida, sin complicaciones ni preocupaciones y la falta de iniciativa, como forma escapatoria a una lucha en la que nos vemos siempre como perdedores. Derrota, que se produce por el miedo a esa afrenta permanente.

Héctor/Homero, nos advierte de los retrasos que inevitablemente sufriremos a la hora de emprender, pero al mismo tiempo, nos recuerda y nos alienta para no desfallecer en nuestro intento.

Los peligros no se deben eludir si nos aportan vitalidad, pero sí debemos ser precavidos y recordad que nadie está contra nosotros si las cosas no comienzan a salir como queremos. Simplemente es que cada uno tiene sus propios intereses y estos no se han encontrado. Así que en lugar de quejarnos, el autor nos incita a que retomemos nuestro trabajo y busquemos donde nuestros intereses pueden confluir.

En todo este viaje Héctor/Homero pone a disposición del lector el constante dilema de elegir uno u otro camino, en el conocimiento de estar a expensas de la equivocación o el acierto.

No hay tiempo que perder, no hay nada que temer, nunca se ha escrito nada de ningún cobarde.....miedo quien dijo miedo, no hay nada que perder....aun falta mucho por hacer, porque NADA ES TAN REAL COMO UN SUEÑO y los sueños que nacen desde el fondo del corazón no hay Dios que los silencie.

Por mi parte, ya comenzado a SOÑAR para cambiar y a la postre cambiar el Mundo. Y, ¿tú?. ¿Cuando empiezas?
 "Tu objetivo no es llegar a cumplir tu SUEÑO para ser FELIZ, sino SER FELIZ mientras luchas duro por conseguir tu SUEÑO"  (Héctor Trinidad)

https://www.facebook.com/cambiaparacambiarelmundo/?fref=ts

https://www.amazon.es/dp/8494601059/ref=cm_sw_r_wa_apa_hrbqybP97S3V4


Fotos: Pixabay.com  y Google imágenes


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